Déjame que te cuente...  Técnicas de sanación

Antes de empezar a compartir quiero dejar claro que todas, absolutamente todas las técnicas de sanación son instrumentos a nuestra disposición para ayudarnos a conectar con nosotr@s mism@s. Ya sea solos o a través de otros. El objetivo siempre es el mismo: crecer. ¿y cómo sabemos que estamos creciendo? Porqué nos sentimos bien, así de simple, a pesar de las circunstancias, de las personas y de nuestras propias limitaciones.

No hace falta conocer muchas técnicas, ni obsesionarse por avanzar, ni por iluminarse. Nada se da si no estamos preparad@s por tanto, el único camino es prepararnos para que todo se vaya dando. ¿Y cómo nos podemos preparar? Practicando. Poniendo en práctica todo aquello que ya sabemos que debemos hacer, para sentirme bien con mi cuerpo, para sentirme bien en el trabajo, para sentirme bien con mi vida… y aprendiendo. 

¡Aprender! Para aprender no es imprescindible hacer un curso, ni gastar dinero. Sentad@ en un banco, observando la gente que pasa, también se aprende. Sintiendo qué me provoca aquella anciana al cruzar la calle, aquel niño jugando, aquel indigente mugroso, aquella lata tirada en el suelo, aquel conductor que insulta, aquel perro solitario, aquella pareja que se grita o aquella otra que se abraza… Mirándome a mí, sol@ y anónim@ en medio del movimiento imparable del mundo… ¿que provoca en mi todo eso que veo y siento? Ningún curso, ningún maestro podrá enseñarte eso. L@s maestr@s, l@s buen@s maestr@s solo deberían acompañarte al parque y dejarte sentad@ en el banco sin más instrucciones que “observa y siente”.

Cada vez que nos permitimos observar desde el corazón, desde la honestidad, desde el vacío, se abre un océano de nuevas posibilidades. Es justamente ahí donde podemos ver que existen tantas realidades como miradas. Es ahí desde donde puedo decidir cambiar mi realidad que cambiará inevitablemente la de muchos otr@s.

Compartir mis primeras experiencias con diferentes técnicas de sanación no implica que sean las mejores o que vayan a resultar las más adecuadas para ti. Me contentaré si sirven como punto de partida para romper resistencias, para abrir tus sentidos a explorar y descubrir cualquier sistema que sirva para mejorar tu vida. Existen recursos para todos los gustos. Para los escépticos, para los mentales, para los inseguros, para los incrédulos, para los cansados, todos pueden encontrar recursos des de los más científicos a los más esotéricos. Basta con abrir la posibilidad de abandonar viejas creencias que nos limitan y pasear por el maravilloso mundo de las realidades opcionales. ¿Imaginas poder cambiar aquello que no te gusta de tu situación actual? ¿Imaginas poder encontrar explicación a lo que te sucede? 

 

**Próximo: Mis primeros pasos con… el Reiki.
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