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  La plenitud d'un instant (reflexions 2013)   Sempre arriba el dia que alguna cosa desperta la necessitat d’omplir una pàgina en blanc. O potser dues, si s’escau.   De sobte, la mirada plena de vida d’un avi, la paraula no dita d’un infant, una música llunyana que mai arriba, una campanada incompresa, l’olor d’incens que s’allibera al carrer per sota d’una porta o una poma fresca acabada de collir poden demandar permís per passejar la teva ment i trobar complicitats amb els pensaments que la consciència sovint arracona. I respires fons per omplir els pulmons de la calma que el cos necessita. I el silenci s’omple d’imatges i les imatges de paraules i les paraules es converteixen en preguntes. Per què? Per què des dels inicis del món l’home frisa per trobar respostes? Per què se les inventa, en no trobar-les? Per què no gaudir del què realment saps, del què tens a l’abast del coneixement, de la comprensió? Per què la negació a acceptar la limitació humana? Potser perquè...
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Déjame que te cuente... Tapping. Mis primeros pasos. El Taping (EFT) es una técnica relacionada con la digitopuntura, que consiste en tocar o dar pequeños golpecitos con los dedos en unos puntos determinados para activar canales energéticos que puedan estar bloqueados. He de admitir que descubrí esta sencilla, pero efectiva, técnica a través de internet. Apareció un día, como tantas otras cosas en esa vasta red de información, cuando entré a internet por motivos laborales y apareció un video de publicidad. Como sucede en estos casos la pregunta ¿y esto qué es? es simultánea a la presión de mi dedo en la pantalla y al abandono de todas mis intenciones laborales para dejar paso a la curiosidad y al descubrimiento. Allá estaba yo apartando todos los documentos de trabajo y poniendo en práctica una “rueda” de taping. ¿Te imaginas que esto funcione?, decía mi mente exploradora. He de decir que a estas alturas ya había descubierto que disponía de dos mentes: una exploradora, atrevida, ...
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Déjame que te cuente... Reiki. Cuando el alumno está preparado llega el maestro Recibí una llamada telefónica de una cuñada preguntando si podía hacerle un favor. Había ofrecido su casa a una amiga de Gran Canaria que necesitaba hospedaje para hacer una formación de fin de semana en Tarragona. Llegaba al día siguiente y, como una de sus hijas se había levantado con varicela, no podía acogerla. Vaya, que me preguntaba si tenía espacio en mi casa. Le dije que no había problema y al día siguiente aquella desconocida ya dormía en una de mis habitaciones. Durante la cena se dieron las conversaciones típicas de personas que no saben nada la una de la otra. Al llegar los postres empezamos a hablar de su formación, relacionada con las constelaciones familiares, y de mis sesiones de Reiki. ¿Reiki?, me preguntó sonriente, yo soy maestra de Reiki, afirmó. Disimulé como pude mi sorpresa explicando no sé cuántas anécdotas de mis recientes experiencias y aproveché para preguntar algunas dudas...
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  Déjame que te cuente... Reiki. Mis veintiún días de limpieza Decidí que mal no me podían hacer unas sesiones diarias. No dejaba de ser un estado de relajación e incorporar una rutina a mi desordenada vida seria, con toda seguridad, una experiencia beneficiosa. Poner a prueba mi constancia seria también un buen reto para mí. Te recomiendan que no las hagas tumbada para evitar el sueño. ¿Y cómo creen ustedes que las hice yo? ¡Exacto! Antes de dormir, metida en la cama, encontraba el tiempo para iniciar el ritual de imposición de manos, que no acostumbraba a ir más allá del plexo solar. Me dije a mi misma que si no iba más allá debía ser que no lo necesitaba y con esa actitud inicié, sin saberlo, uno de los mejores y más importantes aprendizajes que debería acompañar al ser humano: no sentirse culpable por hacer o dejar de hacer, solo ser consciente y responsabilizarse de las propias decisiones. Yo escogía hacer las sesiones tumbada aceptando el riesgo de dormirme y la posibil...
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Déjame que te cuente... Reiki. Mi primer día de formación Después de lo que para mí impaciencia fue una larga introducción teórica llegaron las prácticas. ¡Oh! Yo no podía creer lo que sentía en mis manos. Era como si de las palmas emanara algún tipo de carga magnética, como si el campo áurico de esa zona se hubiera densificado. Eso era, según explicaba el profesor, la energía Reiki (o energía universal) canalizada. Al colocarlas sobre el cuerpo de la otra persona pude sentir como se trasladaba en forma de calor y en algún punto me pareció notar como se absorbía más energía de la que mis manos generaban.    He de decir, para ser honesta, que en este punto mi resistencia mental empezaba a cortocircuitar. Mi racionalidad no podía experimentar, descubrir y encontrar explicación al mismo tiempo. Tenía que escoger entre experimentar sintiendo o experimentar pensando. Es evidente que eso no se consigue sólo con decidirlo. Años y años ejercitando y priorizando la mente racional, ...
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Déjame que te cuente …  Reiki. Mis primeros pasos. Del Reiki había oído hablar vagamente. Por alguna razón inexplicable, que más tarde asociaría a la pura ignorancia, relacionaba esta técnica con rituales esotéricos de invocaciones de unos cuantos sibaritas acostumbrados a sustancias psicotrópicas u otros sucedáneos más normalizados. . Empiezo por aclarar qu e mi capacidad de juzgar, que no mi juicio, estaba ampliamente desarrollada y surgía de manera automática. Ni que decir tiene que desconocía absolutamente todo sobre sustancias psicotrópicas, sucedáneos y sibaritas. Sabía mucho menos en qué consistía la energía Reiki, pero mi atrevida mente imponía su acostumbrada argumentación defensiva. Por suerte, a menudo mi curiosidad y mi pasión por descubrir superan mis miedos y esa parte más racional que todos tenemos me impulsó a explorar. Quería entender aquello que algun@s experimentaban sin llegar a morirse en sus prácticas. Gente normal que compartía resultados inexplicables de...
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  Déjame que te cuente...   Técnicas de sanación Antes de empezar a compartir quiero dejar claro que todas, absolutamente todas las técnicas de sanación son instrumentos a nuestra disposición para ayudarnos a conectar con nosotr@s mism@s. Ya sea solos o a través de otros. El objetivo siempre es el mismo: crecer. ¿y cómo sabemos que estamos creciendo? Porqué nos sentimos bien, así de simple, a pesar de las circunstancias, de las personas y de nuestras propias limitaciones. No hace falta conocer muchas técnicas, ni obsesionarse por avanzar, ni por iluminarse. Nada se da si no estamos preparad@s por tanto, el único camino es prepararnos para que todo se vaya dando. ¿Y cómo nos podemos preparar? Practicando. Poniendo en práctica todo aquello que ya sabemos que debemos hacer, para sentirme bien con mi cuerpo, para sentirme bien en el trabajo, para sentirme bien con mi vida… y aprendiendo.  ¡Aprender! Para aprender no es imprescindible hacer un curso, ni gastar dinero. Sen...